Pues sí, estoy escribiendo sobre esto. Le decía a mi querido
el otro día en un audio que uno llega a un punto en el que los huevos le sobresalen del calzoncillo y dice lo que le da la gana.Como ya no dependo del algoritmo, escribo lo que me viene en gana.
Resulta que han caído en mis manos últimamente obras maestras de la literatura en las que he encontrado referencias esotéricas, alquímicas o místicas. He leído mucho sobre el poder de la simbología y parece ser que grandes líderes y maestros de nuestra historia han mirado al cielo y se han hecho preguntas.
Algunos habrán encontrado dirección y otros, comprensión, pero, parece ser, que hasta nuestros antepasados de las cavernas miraban más a las estrellas que a las suelas de sus zapatos.
Ayer le pregunté a mi madre:
“¿A qué hora nací?”
“Por saberlo”, ¡qué puto mentiroso! Lo que no me apetecía era empezar a contarle a mi santa madre que quería saber más sobre mi carta astral. No porque me tratase de loco, sino porque me iba a empezar a p…
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