Estoy preparado
¿Nos han idiotizado? ¿nos han hecho más inútiles de lo que somos?
Si tienes hijos, sabrás que el momento de quitar el pañal es una etapa importante y en algunos casos, caótica.
Max lo tuvo claro. Vio a su colega de guardería Matías ir al baño sin pañal y el segundo día de clase decidió que él tampoco quería usarlo más.
Pero el pañal de por la noche es otro cantar. Aguantarse ese pipí nocturno “es de mayores”. Max lo ha llevado hasta que hace unos días me dijo rotundamente:
- Papá, no. No quiero el pañal.
En mi inercia y lucha diaria podría haber peleado más de lo que lo hice. Simplemente, le volví a preguntar:
- ¿No quieres el pañal?
Y volvió a darme la negativa.
Tuve la sensación de que estaba preparado. A la mañana siguiente se despertó seco. Y a la siguiente. Y a la siguiente.
Estaba preparado. Y no sabía expresarlo así.
Vengo pensando en esto desde hace unos días. Sobre el hecho de estar preparados. Sobre si la sociedad nos empuja o nos retiene. Sobre el sistema educativo que hemos recibido nuestra generación.
¿Solo yo tengo la sensación de que estamos siempre preparándonos para todo y de que nunca hay un momento exacto de pasar a la acción con la convicción de que estamos listos?
¿Qué hubiese cambiado en la psique de Max si le hubiese forzado a seguir con el pañal una y otra noche más? ¿Hubiese mermado su capacidad de discernir si está o no preparado para pasar a la acción?
Y nosotros, ahora como adultos, ¿tenemos atrofiada esta intuición innata? ¿El sistema educativo nos ha sometido a tantas pruebas de nivel que ya creemos que ya no somos capaces de rendirnos a la aventura sin antes evaluar cada hito?
El otro día te contaba que hemos empezado a ir de camping. Vi muchos vídeos y busqué mucha información, pero lo único que demostró que estaba preparado para la aventura fue lanzarme a hacerlo y conseguirlo.
Quizás estés leyendo esta newsletter (y otras muchas) y creas que no lo estás para hacer lo que siempre has querido. Que te falta formación, conocimiento, tiempo y, sobre todo, validación. De tu pareja, de tu familia, de tu equipo, de la sociedad o de un mentor.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti, espera pacientemente. Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.
Si primero tienes que leérselo a tu esposa o a tu novia o a tu novio o a tus padres o a cualquiera, no estás preparado.
Charles Bukowski
Lo estás. Y si no lo estás, el mero hecho de dar un paso al frente te dirá cuál es el siguiente hito que has de realizar.
¿Te faltaron habilidades comunicativas? Apréndelas. ¿Necesitas mejor material? Ahorra y cómpralo. ¿Te da miedo lo que puedan pensar de ti? Lo van a pensar igualmente.
Da un paso al frente.
Estás preparado.
Te deseo una buena vida de acción, de hacer que las cosas pasen.